Ella fue mucho más que una mención en sus temas: descubra quién fue la musa del 'Papá de la salsa'.

Pocos sabían quién se escondía detrás del icónico “Oye, mi China” que Frankie Ruiz solía gritar con fuerza y pasión en sus canciones. Hoy, la mujer que inspiró esa frase y que compartió su vida con él, rompe el silencio para hablar del amor, la música y los recuerdos que aún permanecen vivos.

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¿Quién fue la mujer que marcó la vida del “Papá de la Salsa”?

Judith Eneida Vásquez Ruiz, más conocida como “La China”, es oriunda de Río de Piedras, Puerto Rico. Fue pareja del legendario salsero y madre de sus dos hijos, Cristina y Frankie Jr. Aunque no ha sido una figura mediática, su nombre siempre estuvo presente gracias a las constantes menciones que el cantante le hacía en sus temas más recordados.

Desde Islas Turcas, donde se encontraba de vacaciones en 2018, accedió a conversar con El Heraldo y comentó:  “No es sencillo remover el pasado y compartirlo, pero quiero que quienes amaron a Frankie lo conozcan como yo lo conocí”, señaló Judith al iniciar la conversación telefónica.

(Foto: redes sociales)

Con 60 años, vive en Miami, donde trabaja en clubes como mánager y bartender, la misma profesión que le permitió conocer al intérprete de La Rueda. “Vamos a recordarlo con alegría, porque pese a los dramas él siempre fue un hombre sonriente”, agregó con nostalgia.

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¿Qué significado tenía “Oye, mi China” para Frankie Ruiz?

Esa famosa frase que se volvió un sello en muchas de sus canciones tenía una destinataria clara: Judith. Aunque durante años circularon rumores sobre otras mujeres, ella asegura que su apodo surgió por sus rasgos.

“Él me bautizó así porque mis ojos son achinados, y cada vez que me lo decía era con un amor único y sincero”. A pesar de los comentarios, nunca dudó de que ese grito tan característico era para ella.

El legado emocional que dejó Frankie Ruiz en Judith es profundo. Tras su muerte, en 1998, ella no volvió a enamorarse. “Yo nunca pude rehacer mi vida, siento que después de más de 20 años, mi amor por Frankie Ruiz sigue intacto”, confesó.

Ese amor que todavía la acompaña es testimonio de una historia íntima que permaneció en segundo plano, mientras la voz del sonero hacía historia en la música tropical.

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